Los dolores articulares, son la causa de numerosas consultas médicas, que abarcan desde inflamaciones puntuales por golpes, contracturas, sobre esfuerzos y un largo etcétera, a procesos crónicos como la artrosis, la artritis, y otros tipos diferentes de problemas reumatológicos.
1. El romero
El romero es una hierba aromática y medicinal muy habitual en la dieta mediterránea, que aporta un sabor característico a los platos y que, además, es muy utilizada en todo tipo de remedios caseros. ¿Sabías además que tiene la propiedad de actuar del mismo modo que un calmante? Es estupenda para reducir todo tipo de dolores articulares.
Esto se debe, básicamente, a que en su composición dispone de ácido ursólico, el cual combate de forma muy efectiva este tipo de infecciones que se producen alrededor de los cartílagos o en las articulaciones de manos y rodillas, y sin provocar ningún efecto secundario.
Ingredientes
- 200 gramos de romero.
- 2 vasos de agua (400 ml).
Procedimiento
No tienes más que realizar una infusión. Cuando el agua esté hirviendo, añade las ramitas de romero para que se destilen las propiedades a lo largo de 20 minutos. Pasado ese tiempo, deja que repose. Puedes tomar dos tazas al día.
2. Cola de caballo
Puedes conseguir cola de caballo en farmacias y tiendas naturales especializadas. Lo maravilloso de la cola de caballo es que, además de alzarse como uno de los mejores antiinflamatorios naturales, es una planta que nos aporta numerosos minerales y vitaminas. ¿Cómo tomarla? En infusión, dos veces al día. ¡Te irá muy bien!
3. La cúrcuma
Esta especia, originaria de Asia y que aporta un atractivo color a nuestras comidas, es fabulosa para tratar el dolor articular. No dudes en probarla antes de recurrir a un ibuprofeno cuando sientas dolor.
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes, combate muy adecuadamente todos estos procesos infecciosos en que nuestro cuerpo debe reparar, y desintoxica cualquier tejido herido. Para beneficiarte de la cúrcuma, puedes prepararte una rica infusión del siguiente modo:
Ingredientes
- Una cucharada de cúrcuma (20 gramos).
- 3 tazas de agua (750 ml).
- 3 cucharadas de miel (60 gramos).
Procedimiento
Empezaremos calentando el agua. Cuando veas que ha empezado a hervir, añade la cucharada de cúrcuma. Verás que, de inmediato, el agua adquiere un color amarillento muy atractivo. Permite que siga en ebullición durante 10 minutos para, después, dejar que repose.
¿Siguiente paso? Cuela el contenido y añade las tres cucharadas de miel. Podemos ir bebiendo con regularidad a lo largo de todo el día para tratar la inflamación y el dolor articular. ¡Muy fácil!
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